Esta hermosa casona con amplias columnas toscanas y su bello patio al centro fue destinada para servir como hotel de lujo en el año de 1825, siendo el primer hotel del estado de Querétaro, fundado por Doña Manuela Gómez. “Somos el primer hotel de Querétaro desde 1825, el cual cuenta con una gran historia y que hasta el día de hoy seguimos conservando su bella arquitectura colonial. Estamos ubicados en el corazón del Centro Histórico, a media cuadra del zócalo de la ciudad”, destacó José Ángel Martínez, Director General del Hotel Hidalgo y Restaurante La Llave, durante la cena de gala conmemorativa en el patio principal de la propiedad (Hoy Restaurante La Llave), quien compartió un emotivo mensaje a huéspedes, autoridades del estado de Querétaro y municipal, familia e invitados especiales.
“Desde entonces, la propiedad ha sido parte fundamental de la ciudad y escenario de grandes episodios dentro de la historia de Querétaro, que el día de hoy celebra 200 años como un referente de la hospitalidad queretana”, enmarcó José Ángel Martínez, quien estuvo acompañado de David Cobos, Gerente General; Job Gómez, Gerente de Ventas y Rogelio Toledano, Ejecutivo de Ventas de Grupo de Diez.
Todo inició en 1825 como el primer hotel del estado de Querétaro, antes de él sólo existían mesones, hospederías y posadas, desde entonces ha sido parte fundamental de la ciudad y escenario de grandes episodios dentro de la historia de Querétaro. Durante la velada conmemorativa, se compartieron pasajes históricos del hotel, entre ellos, la estancia del excéntrico General Antonio López de Santa Anna, quien por razones bélicas visito la ciudad en 1844, siendo el refinamiento del hotel lo que lo cautivo para hacerlo su elección predilecta, como se narró durante el video proyectado por David Estrada, Historiador y Periodista.
“Por esas fechas altos funcionarios se alojaron en el Hotel Hidalgo mientras los poderes de la República residían en la ciudad. Su estancia culminó con la tristemente célebre firma del Tratado de Guadalupe en la que se cede a Estados Unidos más de la mitad del territorio mexicano”, como también lo compartió el Maestro Eduardo Rabell.
Se recordó que hacia 1879, Ángela Peralta, conocida como “El Ruiseñor Mexicano”, engalanó con su presencia en el Hotel Hidalgo, entonces renombrado como “el mejor y más moderno hotel del bajío”. De igual forma, se resaltó que, en 1880, se crea el primer servicio de diligencias; ya para 1917 el hotel albergó a varios eminentes personajes del Congreso Constituyente, quienes crearon la Constitución que actualmente nos rige, refirió el final del video proyectado.
La velada por los 200 años del Hotel Hidalgo contó con la distinguida presencia de Erika Contreras Moreno, Coordinadora de Proyectos Especiales de la Secretaría de Turismo del estado de Querétaro, quien asistió en representación de Adriana Vega Vázquez Mellado, titular de Sectur Querétaro; la Mtra. Mariana Ortiz, Secretaria de Turismo del Municipio de Querétaro, entre otros invitados, quienes disfrutaron de una obra teatral que representó pasajes de la historia del hotel, así como música de estudiantina acompañada de boleros.
El menú conmemorativo incluyó de entrada un Platón mixto, el primer tiempo lo conformó una crema de pimiento rojo, el plato principal fue un Lomo en salsa blanca de pimienta con guarnición de espárragos, jitomate cherry y puré de papa. El lado dulce de la velada de gala lo enmarcó un tradicional Pay de elote recién horneado de la cocina del Hotel Hidalgo.
Al llegar o retirarse el huésped, un mural a la entrada o salida del hotel da la bienvenida o despedida a cada uno de sus visitantes, en el que se lee: “El Hotel Hidalgo, primero de la ciudad fue fundado en Querétaro el año de 1825. Desde entonces se ha convertido en el escenario de una obra fantástica en la que los personajes casi nunca son los mismos”. Y remata: “El tiempo, implacable, verá en el futuro la transmutación del hotel, y aunque sea imposible seguir montando la fantástica obra, las historias quedarán labradas en la memoria y la imaginación, ahí donde el tiempo suele ser benévolo”.