Luego de visitar la Mina de Ópalo “El Redentor”, disfrutamos de espectaculares platillos en el restaurante/terraza “Cilantro & Perejil”, ubicado en los portales del centro histórico del Pueblo Mágico de Tequisquiapan; indudablemente, un maridaje perfecto cuando viajas a Querétaro.
En nuestra más reciente visita al estado de Querétaro y luego de aproximadamente 3 horas de camino desde la Ciudad de México, llegamos a la Mina “El Redentor”, ubicada a un costado de la comunidad “La Trinidad” en el Pueblo Mágico de Tequisquiapan, ideales para los amantes de las caminatas y turismo de aventura.

El tour hacia las minas para conocer la extracción del mineral denominado “ópalo” inició con la visita al taller y joyería del maestro artesano Héctor Montes, en donde pudimos apreciar cómo se talla el mineral hasta lograr piezas únicas de joyería, inclusive, de colección.
Posteriormente, después de un recorrido de subida en vehículos todo terreno, conocimos cómo se extrae este mineral precioso en las minas “El Redentor”, inclusive nos dieron una explicación de cómo se realiza este trabajo, los métodos de detonaciones y extracción, escogiendo una a una las piedras rojizas para posteriormente partirlas y encontrar ópalo o sus derivados preciosos.

Cabe destacar que la calidad de los ópalos se distingue por la pureza de sus cristales, y por lo tanto según su capacidad de irradiación. Existen dos variedades fundamentales: el ópalo común y el ópalo noble. El primero no presenta juego de colores a diferencia de la segunda variedad.
El juego de colores se produce por la disposición aleatoria de sus placas, que actúan como redes de difracción de la luz. Independientemente la calidad del ópalo es posible encontrarlo en colores negro, gris, blanco, marrón, púrpura, amarillo, naranja, verde, azul-verdoso o incoloro. En Tequisquiapan se produce la variedad de ópalo de fuego, además de otros colores del arcoíris.

En cuanto a las minas de ópalo, estas se encuentran a cielo abierto donde los mineros trabajan de manera rústica con un martillo casero de punta fina. El ópalo se extrae generalmente de la piedra donde se haya incrustado, pero también se pueden encontrar en el suelo pequeñas piezas de ópalo. El ojo inexperto difícilmente podrá verlos, pero una vez que el guía da la explicación comenzará a encontrarlos fácilmente.
En otras áreas el ópalo se encuentra en la montaña, por lo que es necesario dinamitar y abrir túneles a fin de lograr su extracción, la cual requiere de tiempo y paciencia. Además de disfrutar el paseo a las minas, se puede aprovechar para admirar el paisaje, ya que desde la montaña se alcanza a ver la Presa Centenario y el Valle de Tequisquiapan y desde algunos puntos la Peña de Bernal.

Los mejores platillos y postales de Tequis, en “Cilantro & Perejil”. Luego de visitar las minas de ópalo, nos dirigimos hacia el centro histórico de Tequisquiapan, específicamente a una de sus esquinas, en donde en un segundo nivel, justo arriba de los portales, encontramos un centro gastronómico de carácter nacional e internacional.
Se trata de “Cilantro & Perejil”, un restaurante/terraza que cuenta con las mejores vistas al Templo de Nuestra Señora de la Asunción, al jardín central, al kiosco y también hacia las construcciones históricas que enmarcan las estampas de este Pueblo Mágico queretano.

Si visitas Cilantro & Perejil, como nosotros, no dudes en probar el Chile de Convento, receta de la casa por tradición. Se trata de un chile ancho capeado, relleno de queso panela con un toque dulce en un caldillo de jitomate.
El marco perfecto lo da la amable anfitrionía de Virginia Elguea Solís y su equipo de cocineros, chefs y colaboradores, quienes siempre atentos, consienten a los visitantes con la atención personalizada que les caracteriza.

El restaurante cuenta con música en vivo viernes, sábados, domingos y días festivos, brindando un cálido ambiente, creando una atmósfera agradable para la convivencia.
El menú de “Cilantro & Perejil” lo conforma una gran variedad de platillos, entre ellos: Entradas como la Tártara de atún, Panela al orégano, Ruta del queso y vino, Chistorra a las brasas, taquitos de marlín, entre otros. De ensaladas destaca la preparada en casa, la tradicional ensalada César y cultivos del valle.
Entre las sopas que se pueden degustar destaca la Crema de almeja, Crema de cilantro, Sopa Azteca y Jugo de carne. Además de sus tradicionales parrilladas con los principales cortes de carne, el restaurante ofrece cecina de res, tampiqueña y el tradicional Chile en Nogada (Platillo de temporada el cual se encuentra durante todo el mes de septiembre).
La carta también ofrece variedad de platillos de pescado, pastas internacionales, antojitos mexicanos, postres y bebidas. Durante nuestro viaje se ofreció degustación de bebidas de Brown-Forman, entre ellas de las marcas Tequila Herradura, Antiguo, El Jimador, New Mix y Jack Daniel´s.






